martes, 15 de febrero de 2011

Los Maestros

"... los Maestros, que conocen las reglas del juego, se elevan por encima del plano de la vida material, y colocándose en contacto con los poderes superiores de sus naturalezas dominan sus propias modalidades, caracteres, cualidades y polaridades, así como el medio ambiente que los rodee, haciéndose en esta forma directores del juego en vez de meras fichas: Causas en vez de Efectos." Tres Iniciados, El Kybalion.
La frase anterior ha sido tomada de una obra que analizamos en el curso de Teoría de la Argumentación Jurídica impartida por el Dr. Armando Hernández Cruz que forma parte del programa de estudios correspondiente al segundo semestre de la Maestría en Derecho de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Me he atrevido a referirla en virtud de que además de provocadora me parece una clara invitación a la reflexión sobre las motivaciones que tienen los profesionistas del Derecho para llevar a cabo estudios de posgrado, particularmente, de maestría.
He tenido la ocasión de compartir estos últimos meses con una serie de compañeros de las más diversas extracciones: estudiantes de tiempo completo, abogados litigantes, funcionarios públicos, entre otros, quienes básicamente han decidido adentrarse en el mundo de la ciencia jurídica.
Los motivos aparentes son diversos: tal vez como un modo de subsistencia o como una forma de diferenciarse en el competido mercado laboral; el profesional del Derecho se acerca a estudios de maestría y con ello, poco a poco empieza a conocer las reglas del juego, a ir más allá de la simple lectura y vislumbrar lo que se encuentra detrás de ella.
Lo anterior, no significa que antes no lo hiciera, que no pretendiera desentrañar el verdadero sentido de las normas, sin embargo, ahora lo aborda desde un nuevo enfoque, desde una perspectiva metodológica. Su nivel de conocimiento del Derecho pasa poco a poco de una referencia cuasi empírica a un análisis con rasgos de cientificidad. Si bien es cierto que se trata de una mera pretensión, ello no significa que resulte imposible de alcanzar.
Es precisamente en ese sentido, que logra elevarse sobre el plano material de la norma y colocarse en contacto con los poderes superiores de su naturaleza personal; los principios y las reglas se hacen presentes.
El futuro maestro adquiere consciencia de razones fundamentales que rebasan por mucho un texto vigente o un momento histórico. Logra advertir con claridad que el Derecho va mucho más allá de la norma, aunque ya se contaba con esta noción, se trata de un nuevo acercamiento.
Con lo anterior, se percibe un avance, un dominio del medio ambiente que lo rodea, lo que le permite hacerse director del juego en vez de mera ficha. Adquirir consciencia del funcionamiento del sistema le permite plantearse nuevas disyuntivas y a su vez conducirse con mayor soltura, tiene la seguridad de que el conocimiento es aun más amplio de lo que creía y está dispuesto a recibirlo. Pretende contribuir, a convertirse en causa en vez de efecto…

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