domingo, 27 de febrero de 2011

Operaciones mentales básicas

Las operaciones mentales básicas o tres formas básicas de pensamiento son: los conceptos, las proposiciones y los razonamientos. Por definición, el concepto es el pensamiento de las notas que se consideran como características de un objeto o una clase de objetos. Por lo tanto, cuando pretendemos exponer un concepto lo primero que debe llegar a nuestra mente son las características del objeto correspondiente.
En este contexto, podríamos pensar que se trata de una mera descripción, sin embargo, la diferencia radica en el hecho de que no basta con identificar las notas de un objeto, sino que resulta de igual modo indispensable que dichas notas sean las características, es decir, que hagan posible establecer la diferencia que tiene con el resto de los objetos.
Precisamente, a través de este proceso logramos la conceptualización de los objetos y con ello, crear una imagen de los mismos en nuestra mente que con posterioridad nos permitirá identificarlos plenamente. Para ello, debemos llevar a cabo tres pasos fundamentales:
La observación, la abstracción y la reflexión. Una vez hecho lo anterior, podemos identificar que existen diferentes clases de conceptos y que los mismos guardan entre sí, diversos tipos de relaciones.
Con lo anterior, precisamente podremos ordenar de forma más adecuada nuestras ideas, pues tendremos la capacidad de establecer con mayor claridad la relación de los conceptos por su extensión, su variación inversa, su serie conceptual, su oposición, la dependencia de sus referentes, su referente, la función que desempeñan y su relación interna. Es decir, bajo este esquema lograremos una trasmisión más efectiva de nuestras ideas ya que su expresión guardará una relación lógica entre los conceptos utilizados.
Ahora bien, por lo que respecta a las proposiciones encontramos que las mismas resultan de particular importancia en virtud de que a través de expresiones lingüísticas, es decir, enunciados; transmiten los pensamientos que pueden ser verdaderos o falsos.
Sin embargo, resulta indispensable analizarlas con detenimiento en virtud de que son susceptibles de confundirse con meras definiciones que en apariencia son proposiciones, pero que en realidad, sólo se trata de expresiones que fijan el uso de una palabra o símbolo en general, por lo que no cabe decir que sean verdaderas o falsas.
Con relación a este punto, considero que se trata de una aseveración un tanto relativa en virtud de que en el caso de las definiciones no necesariamente cabe decir que sean verdaderas o falsas, finalmente, este punto en particular, conlleva un alto grado de subjetividad que puede dificultar de sobremanera llegar a un consenso. Me parece que se trata de una cuestión de enfoque.
En esta misma línea de pensamiento, es posible tomar dos vertientes aparentemente opuestas al analizar la proposición desde la posición tradicional y desde un punto de vista moderno, todo dependerá de la naturaleza específica de cada proposición.
Sobre este particular, resulta importante no perder de vista que de acuerdo a la lógica tradicional el verbo ser, se encuentra presente de forma explícita o implícita en todas las proposiciones, sin embargo, es el caso que no siempre tiene el mismo sentido ya que se puede referir a igualdad, pertenencia, inclusión, predicación y atribución existencial.
Visto lo anterior, estamos en posibilidad de analizar el mecanismo del razonamiento que consiste en que, al relacionar unos conceptos con otros, encadenamos varias proposiciones de tal manera que una de ellas se apoya en las demás. Por lo tanto, podemos afirmar válidamente que se trata de un mecanismo que nos permite sustentar de forma adecuada nuestros pensamientos.
Y justamente, en este punto particular, es donde intervienen los argumentos identificados como entidades lingüísticas que se emplean para la expresión del razonamiento. Debemos considerarlos como una cadena de dos o más enunciados relacionados de manera que uno de ellos, normalmente el último, se deriva de los demás.
En este entendido, argumentar se traduce en la capacidad de sustentar una conclusión en proposiciones desarrolladas previamente y generalmente aceptadas en virtud de que su contenido encierra conceptos claramente definidos. A partir de esta conclusión, considero que debemos plantearnos como objetivo desarrollar esta habilidad a través de la práctica constante.
Reflexión derivada de la lectura de las Unidades: 4 Concepto, 6 Proposición y 9 Razonamiento del libro: Lógica. Introducción a la Ciencia del Razonamiento de Pedro Chávez Calderón, Segunda Edición, Publicaciones Cultural, México, 2002, pp. 45-68, 97-117 y 161-180.

lunes, 21 de febrero de 2011

El Kybalion

Filosofía Hermética del Antiguo Egipto y Grecia.
"Los labios de la sabiduría permanecen cerrados, excepto para el oído capaz de comprender", con esta frase inicia El Kybalion, al tiempo que constituye una breve introducción, se percibe como una clara invitación a su lectura. Incluso, podemos interpretarlo como un reto ya que vale la pena preguntarnos si nuestros oídos son capaces de percibir la sabiduría. De su contenido se desprenden las enseñanzas fundamentales y secretas que han influido los sistemas filosóficos de todas las razas y de todos los pueblos durante cientos de años.
Es en Egipto, a través de "el maestro de maestros" Hermes Trimegisto, donde la sabiduría tuvo su padre, fundador de la astrología y descubridor de la alquimia. Se trata del Conocimiento Hermético, llamado así ya que ha sido diseminado cuidadosamente para evitar que se convirtiera en un credo. Ha sido transmitido de maestro a discípulo y confluye en una compilación de máximas y axiomas conocida como El Kybalion, cuyo verdadero significado se ha perdido.
Son siete los principios herméticos: 1. Mentalismo, 2. Correspondencia, 3. Vibración, 4. Polaridad, 5. Ritmo, 6. Causa y Efecto y 7. Generación.
A través de su exposición, los Tres Iniciados nos trasmiten una visión particular del Universo, parten de la premisa de que todo es mental, lo cual significa que todo cuanto es sensible a nuestros sentidos materiales es Espíritu, quien en sí mismo es incognoscible e indefinible, pero que puede considerarse como una mente infinita universal y viviente.
Así pues, todo corresponde y vibra, tiene dos polos y se manifiesta de ida y vuelta en un movimiento pendular; todo efecto tiene su causa y toda causa su efecto; la generación se manifiesta en todo con la interacción de lo masculino y lo femenino, no sólo en el plano físico, sino también en el mental y espiritual.
Una vez establecido lo anterior, la obra nos describe una serie de conceptos: Transmutación Mental, el Todo, el Universo Mental, la Paradoja Divina, el Todo en Todo, los Planos de Correspondencia, Vibración, Polaridad, Ritmo, Causación, Género, Género Mental y Axiomas Herméticos.
El Todo en Todo, toda la virtud, vida, espíritu o realidad de la imagen mental se deriva de la "inmanente mente" del pensador. El desarrollo espiritual: el reconocimiento, la realización y la manifestación del Espíritu interno. Precisamente, señala que el misterio de los misterios es que el Espíritu de cada alma no queda aniquilado, sino que se expande infinitamente, sumergiéndose uno en otro, el Creador y el Creado.
Por lo tanto, ese destino universal, esa Ley que parece dirigir sin remedio alguno la vida del ser humano se convierte en producto de su mente, en consecuencia, si logra el control de su mente, logrará el control de su Universo.

sábado, 19 de febrero de 2011

Lógica y pensamiento

Cuando llega a nuestra mente la frase: "Yo no creo eso, porque no es lógico", quiere decir que hay pensamientos en los cuales no hay orden, no hay coherencia, no hay relación entre datos iniciales y afirmaciones finales, por esto no son lógicos.
Precisamente, es a partir de este planteamiento que surge en primera instancia la necesidad de cuestionarnos si nuestros propios pensamientos cumplen con estos rasgos fundamentales: coherencia, relación entre datos iniciales y afirmaciones finales.
Al efecto, es necesario establecer en primer lugar, que dichos pensamientos se encuentran incluidos dentro de lo que llamamos: conocimiento, entendido éste como la relación que se establece entre un sujeto y un objeto, y a su vez, como un fenómeno complejo que implica cuatro elementos: sujeto, objeto, operación y representación interna.
En este contexto, es claro que todos y cada uno de los seres humanos llevamos a cabo dicha actividad: pensamos. Sin embargo, considero que no todos estamos conscientes de la misma, por lo menos, no la esquematizamos de una forma tan claramente definida. Cada vez que llega a nuestra mente un pensamiento, pareciera que se trata de un mecanismo inserto de forma "natural" en nuestra mente, en nuestra forma de razonamiento.
Sin embargo, considero que se trata de una habilidad adquirida a través de la repetición pues cuando somos pequeños nuestro primer contacto con los objetos es a través de los sentidos: el tacto, la vista, el oído, el olfato y el gusto. Al paso del tiempo y generalmente a través de nuestos padres, nos es transmitido el mecanismo por virtud del cual procedemos a relacionar un objeto con una palabra y precisamente, cada vez que escuchamos esa palabra, viene a nuestra mente una imagen que corresponde al objeto que conocemos.
Efectivamente, el pensamiento se nos presenta como una característica aparentemente innata en los seres humanos, quienes en forma cotidiana llevan a cabo un trabajo de reflexión, de combinación o de inferencia que recae sobre representaciones previamente obtenidas, se trata una habilidad específica claramente relacionada con nuestro contacto con el mundo exterior y el uso y disposición de nuestros sentidos. Lo anterior, sin descartar la posibilidad de que alguna información nos sea transmitida genéticamente.
Las representaciones pueden ser de dos tipos: sensibles o intelectuales. Al respecto, estimo que dependerá justamente del contenido y alcance de dichas representaciones la forma de pensar de cada individuo y en cada caso, condicionará su forma de actuar.
Si la representación sensible o intelectual que hemos adquirido con relación a un objeto determinado tiene características negativas, será necesario llevar a cabo un trabajo de reflexión aun más profundo para determinar si efectivamente dicho objeto es negativo en sí mismo o únicamente se trata de una percepción personal.
Por lo tanto, cuando calificamos de ilógico el actuar de una persona, sería oportuno remitirnos a la representación sensible o intelectual que tiene de un objeto como producto de su experiencia particular, en relación a la propia, pues precisamente en este punto, es donde podríamos encontrar la explicación correspondiente y con sorpresa descubrir que en realidad nuestra reacción resulta ilógica.
Reflexión personal derivada de la lectura de la Unidad 2 Lógica y pensamiento del libro: Lógica. Introducción a la Ciencia del Razonamiento de Pedro Chávez Calderón, Segunda Edición, Publicaciones Cultural, México, 2002, pp. 15-30.

martes, 15 de febrero de 2011

Los Maestros

"... los Maestros, que conocen las reglas del juego, se elevan por encima del plano de la vida material, y colocándose en contacto con los poderes superiores de sus naturalezas dominan sus propias modalidades, caracteres, cualidades y polaridades, así como el medio ambiente que los rodee, haciéndose en esta forma directores del juego en vez de meras fichas: Causas en vez de Efectos." Tres Iniciados, El Kybalion.
La frase anterior ha sido tomada de una obra que analizamos en el curso de Teoría de la Argumentación Jurídica impartida por el Dr. Armando Hernández Cruz que forma parte del programa de estudios correspondiente al segundo semestre de la Maestría en Derecho de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Me he atrevido a referirla en virtud de que además de provocadora me parece una clara invitación a la reflexión sobre las motivaciones que tienen los profesionistas del Derecho para llevar a cabo estudios de posgrado, particularmente, de maestría.
He tenido la ocasión de compartir estos últimos meses con una serie de compañeros de las más diversas extracciones: estudiantes de tiempo completo, abogados litigantes, funcionarios públicos, entre otros, quienes básicamente han decidido adentrarse en el mundo de la ciencia jurídica.
Los motivos aparentes son diversos: tal vez como un modo de subsistencia o como una forma de diferenciarse en el competido mercado laboral; el profesional del Derecho se acerca a estudios de maestría y con ello, poco a poco empieza a conocer las reglas del juego, a ir más allá de la simple lectura y vislumbrar lo que se encuentra detrás de ella.
Lo anterior, no significa que antes no lo hiciera, que no pretendiera desentrañar el verdadero sentido de las normas, sin embargo, ahora lo aborda desde un nuevo enfoque, desde una perspectiva metodológica. Su nivel de conocimiento del Derecho pasa poco a poco de una referencia cuasi empírica a un análisis con rasgos de cientificidad. Si bien es cierto que se trata de una mera pretensión, ello no significa que resulte imposible de alcanzar.
Es precisamente en ese sentido, que logra elevarse sobre el plano material de la norma y colocarse en contacto con los poderes superiores de su naturaleza personal; los principios y las reglas se hacen presentes.
El futuro maestro adquiere consciencia de razones fundamentales que rebasan por mucho un texto vigente o un momento histórico. Logra advertir con claridad que el Derecho va mucho más allá de la norma, aunque ya se contaba con esta noción, se trata de un nuevo acercamiento.
Con lo anterior, se percibe un avance, un dominio del medio ambiente que lo rodea, lo que le permite hacerse director del juego en vez de mera ficha. Adquirir consciencia del funcionamiento del sistema le permite plantearse nuevas disyuntivas y a su vez conducirse con mayor soltura, tiene la seguridad de que el conocimiento es aun más amplio de lo que creía y está dispuesto a recibirlo. Pretende contribuir, a convertirse en causa en vez de efecto…

lunes, 14 de febrero de 2011

El conocimiento

El conocimiento como objeto de estudio se nos presenta como la relación que se establece entre un sujeto y un objeto. Precisamente, conocer significa tener una noción personal de un objeto, misma que se verá matizada por nuestra experiencia particular.
Al respecto, consideramos que si bien es cierto el término conocimiento puede estar investido de una idea general, no menos cierto es que corresponde a cada individuo en concreto determinar el grado de profundidad o acercamiento que tiene con los objetos.
Para algunas personas conocer significa tener una vaga idea relacionada con un tema en particular, para otros, conocer significa un gran esfuerzo de análisis y abstracción a través de un método específico para llegar a un resultado susceptible de comprobación, incluso que puede llegar a constituirse en una teoría.
En este contexto, adquiere mayor significado la afirmación de que el conocimiento es un fenómeno complejo que implica al sujeto, el objeto, la operación y la representación interna, de tal forma que si falta alguno de ellos, el conocimiento no existiría.
Por lo tanto, a partir de los conceptos planteados, debe ser tarea del investigador verificar que cada vez que lleva a cabo su actividad, ha logrado agotar las etapas respectivas.
En realidad, estimamos que se trata de un proceso que se lleva a cabo por el ser humano de forma inconsciente, pero que efectivamente se actualiza como una constante de los pensamientos, al considerarlos como resultado de un trabajo de reflexión, de combinación o de inferencia que recae sobre representaciones previamente obtenidas.
Por lo tanto, una vez que se ha llevado a cabo dicha actividad, el ideal es que sea fijada en un soporte material y de alguna manera sea transmitida a los demás.
Desde este punto de vista, el conocimiento que es adquirido por un individuo es y debe ser comunicado al resto de los miembros de la sociedad. Es a través del desarrollo de ideas preconcebidas por otros y de la misma experimentación que se ha desarrollado a lo largo de la historia de la humanidad la ciencia y la tecnología.
Por ello, el investigador debe adquirir el compromiso social de documentar y comunicar los avances de su trabajo y una vez hecho lo anterior, someterlo al análisis y consideración del resto de los investigadores.
En este entendido, podemos afirmar válidamente que una de las tareas más importantes de los hombres de ciencia ha sido someter a discusión ideas que originalmente pueden parecer inadecuadas o que rompen con los principios previamente establecidos, con esas percepciones preconcebidas que se pueden llegar a convertir en dogmas y que una vez que sucede esto, precisamente pierden su carácter científico.

domingo, 13 de febrero de 2011

Investigación Jurídica

"La investigación jurídica no es obra de iluminados. Sin desconocer la existencia de habilidades y potencialidades innatas para el desarrollo de esta tarea intelectual, podemos afirmar que se trata de una labor que exige estudio intenso y arduo, de paciencia y reflexión, de esfuerzo cotidiano y vigoroso. Hacerlo de manera profesional supone, además, una vocación sólida e inconmovible, y la determinación de un estilo y proyecto de vida en el que la renuncia a distintos satisfactores materiales se refrenda todos los días." Jorge Madrazo
La frase que antecede me permite presentar la nueva etapa de este espacio a través del cual buscaremos adentrarnos en el objeto de protección del derecho de propiedad intelectual en el sentido más amplio: el conocimiento.
No se advierte como una tarea sencilla, sin embargo, tal y como se establece en el texto tengo la esperanza de que en realidad, no se trata de una obra de iluminados. De lo contrario, me resultaría inaccesible. Por ello, es que tengo el atrevimiento de exponer una serie de reflexiones que girarán en torno a los temas analizados en el curso de Teoría de la Argumentación Jurídica impartido por el Dr. Armando Hernández Cruz en la División de Posgrado de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Haré el mayor esfuerzo por desarrollar habilidades y potencialidades encaminadas a esta actividad intelectual y dejaré constancia de ello, misma que quedará a consideración de ustedes lectores y abierta a cualquier comentario.
A lo largo de mi vida, he tenido la oportunidad de entrar en contacto con la investigación jurídica a través del Programa de Fundación UNAM de Iniciación Temprana a la Investigación y la Docencia en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la máxima casa de estudios bajo la tutela de la Dra. Ingrid Brena Sesma y el Dr. Salvador Valencia Carmona, hace ya más de una década.
Hay quienes afirman que los hijos pródigos siempre vuelven a casa. Ahora que soy estudiante de maestría y después de varios años de haberme desempeñado en el mundo laboral me he planteado como objetivo personal retomar el camino andado y reencontrarme con la vocación investigadora.
Estoy seguro que contrario a lo que pensaba en mis años de estudiante de licenciatura, la teoría y la práctica no se encuentran separadas. Al contrario, el eje conductor de la práctica de los operadores jurídicos, precisamente son las bases teóricas, mismas que le dan solidez y peso a los argumentos que resuelven las controversias entre los gobernados, entre otros objetivos. Por lo tanto, asumo el compromiso que lleva implícita la actividad científica en materia jurídica, estoy dispuesto a seguir un estilo y proyecto de vida en que el que los satisfactores materiales se encuentren en un plano secundario y quiero compartirlo con ustedes. Gracias de antemano por invertir un poco de su tiempo y ser parte de este camino.